Translate

viernes, 9 de mayo de 2014

Recuerdos

 Es increíble como una canción, un aroma, incluso una leve brisa puede traer recuerdos. Seguramente detrás de esas conexiones hay una explicación científica, pero sinceramente no me interesa saber. Lo que me interesa realmente es el efecto que una canción o un aroma tiene en mí.
 Me ha pasado que ante el olor a café y tostadas recién hechas, me traslado, como si flotara a una casa de campo.
 Allí en la cocina está mi abuela, sacando las tostadas de una tradicional tostadora, de esas que se colocan en la hornalla. El café caliente en la mesa. Las tazas listas para ser utilizadas, la leche, el azúcar, la manteca y la mermelada. Afuera el sol deja caer sus primeros rayos sobre el rocío, se nota que aún esta fresco, al fin de cuentas las montañas conservan su manto blanco.
 Sentada, con la taza en mis manos, el aroma a café recién preparado entrando por mi nariz. Veo como el sol invade cada rincón, las aves despliegan sus alas y se preparan para surcar el cielo azul que las aguarda paciente. Todo es maravilloso porque así es la vida, cuando sencillamente se la vive.
 -¿Elba?- dice alguien por ahí. Y regreso.
 Por un breve instante simplemente no existí en el aquí y en el ahora.
 Y de esta manera cada vez que un recuerdo toca la puerta, dejo que me invada ese sentimiento de estar allí, en el momento en que esa situación y esas sensaciones se impregnaron en mí.

 Muchos dirán que son rollos que tienen los poetas, pero son cosas que están en cada uno de nosotros, ¿hasta que punto somos capaces de dejarnos llevar por los buenos recuerdos? ¿Por qué le damos más poder a los malos recuerdos que a los buenos?

Yo, mis queridos amigos, seguiré andando estos caminos, pero siempre recordando los buenos momentos.