En las guerras se van padres, hijos, hermanos, amigos.
En las guerras se van culpables de ser inocentes.
En las guerras se van risas, sueños, futuros, se van...vidas.
Y queda el silencio, que se rompe con el llanto que pronto también podría apagarse.
En las guerras se van lágrimas, se van amores, se van recuerdos e ilusiones.
Las guerras se llevan todo y no dejan nada, sólo pesar.
Pero no habrá pesar más intenso que aquel que queda para quienes dijeron "sí" a las bombas.
Mientras, a quienes se les apagó la luz de este mundo, se les da alas.
Alas para surcar libres los cielos, sin temor a los hombres.
Desde nuestro corazón enviemos paz a las zonas que sufren de conflictos que se llevan vidas inocentes.