Comenzó un nuevo año y no, no llegó el fin del mundo. El 2013 se lleva consigo un montón de temores, de dudas y deja muchos eventos de gran importancia, que definitivamente pasaron a la historia.
Cuando un año se va, comenzamos a hacer un balance, muchos dicen que está bien y otros que está mal, porque nos hace aferrarnos al pasado y nos lamentamos de los errores, nos lamentamos de lo que no hicimos, nos lamentamos, nos lamentamos...
Pues, para mí, llegó el momento de dejar los lamentos y ver las cosas de otra manera.
Lo positivo, será lo que hará que me dé una palmadita en el hombro y me diga "bien hecho", sigue adelante. Y eso haré, seguir adelante porque de eso se trata la vida, de seguir, hay mucho camino por andar. Usaré lo positivo como un trampolín para intentar llegar un poquito más alto.
Mientras, lo negativo, sí será difícil recordar o aceptar los errores, las macanas que me he mandado, pero de ello lograré tomar algo: un aprendizaje. Se dice que lo importante no es haberse tropezado, sino haberse levantado luego de la caída. Y al fin de cuentas tener errores me hace tan mortal como cualquier otro mortal en la faz de la Tierra.
De esta manera, bien sencilla, despido el 2013 y le doy la bienvenida al 2014.
Y qué será del 2014? No lo sé... Que bueno no saberlo!
Por lo tanto, gente, vivan tranquilos, traten de relajarse y no armar una tormenta en un vaso de agua, escuchen la música que les gusta, bailen, vean más películas de comedia, rían (es muy bueno para la salud), sean amables (el resto de las personas no tienen la culpa si tienes un mal día), cuando despierten vayan a la ventana y vean salir el sol, abran sus brazos y como una planta dejen que el tibio calor de la mañana los invada, más pies y menos ruedas (caminen, que hace bien!) y lo más importante abran su corazón, amen!!!
Buona vitta!
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